Cuando
hablamos de los personajes conocidos de Azul, Mateo Banks es el primero que se
nos viene a la cabeza. Pero, ¿Quién es este místico personaje? ¿Qué fue de su
vida? ¿Que lo lleva a cometer los crímenes atroces por el cual se hizo famoso?
¿Cuáles son los detalles que muy pocos comentan?
Comencemos
desde el inicio. Mateo Banks nace el 18 de noviembre de 1872, en Chascomús. Era
hijo de Mathew Banks y María Ana Keena, una pareja de inmigrantes irlandeses que
llegaron en 1862 como consecuencia de la pobreza extrema y la Guerra Mundial. En
esa localidad nacieron, además de Mateo, sus otros 6 hijos: Maria Ana,
Dionisio, Miguel, Pedro, Catalina y Brígida.
En
1897, la familia se traslada hacia el partido de Azul. Allí, compran una
estancia de 400
hectáreas al que llaman “La Buena Suerte”. En 1899,
Miguel y Dionisio adquieren a unos 5 Kilómetros de allí una fracción de campo del
tamaño equivalente a 200 cuadras a la que llamaron “El Trébol”. En esa ciudad,
la familia se convierte en una de las más reconocidas, siendo un ejemplo de
prosperidad.
Tras
fallecer los padres, “La Buena Suerte” pasa a manos de los 7 hermanos. A Mateo
le toca un potrero de 116
hectáreas a la que llamó “Los Pinos”.
A
inicios del siglo XX, Mateo viaja a la provincia de San Luis. Allí conoce a
Martina Gainza, una joven proveniente de una familia adinerada con quien se
viene a vivir a Azul y contrae matrimonio. La pareja tiene cuatro hijos: Mateo
Franklin, Pedro, Jorge y Ana. También nacen otras dos hijas, ambas llamadas
Maria Angélica, ambas fallecidas a los pocos meces de nacidas.
casa donde habito Mateo Banks con su esposa e hijos |
Este
nuevo núcleo familiar compra una casa ubicada en Necochea 773 y donde se van a
vivir. Esta casa actualmente está habitada y su fachada se encuentra
deteriorada, luciendo como si estuviera abandonada. Si bien se conoce que esta
casa es la propiedad perteneciente a Banks y su familia, muchos siguen creyendo
que la casa es la de Necochea 781, lugar que durante años funciono el boliche “781” , recordado por los
múltiples acontecimientos tales como peleas, disparos, etc. Y que actualmente
funcionan varios consultorios médicos.
Si
bien Mateo es chacarero, no se le conoce un trabajo fijo. Para comenzar, es representante
de la reconocida marca de autos Studebaker en la Provincia de Buenos Aires.
Cada año, al llegar el festejo de carnaval, presta los coches para que desfilen
las reinas. Por otro lado, es Vice Cónsul de Gran Bretaña. También es Consejero
Escolar. Su función allí es más que nada darles un castigo a los alumnos que tengan
mal comportamiento en las escuelas. Es, por otro lado, presidente de la Liga
Popular Católica, teniendo gran participación en la comunidad religiosa. Es tal
su participación, que en las procesiones portaba siempre el palio. Por último, es
miembro socio del Jockey Club de Azul y
de otras entidades benéficas de la ciudad.
José
Antonio Martínez Suarez, reconocido cineasta y hermano de las famosas gemelas
Silvia y Mirtha Legrand, en el prólogo del libro “Crimen y status social” del
Contador Hugo Alberto Hohl, afirma: “Mateo Banks representaba, en el concierto
ciudadano de aquellos años, la imagen del triunfador, del admirado, del
ejemplo: padre de familia, funcionario escolar, católico militante, empresario,
vicecónsul inglés, activo político…”
Con
la reciente llegada del Jockey Club y la apertura del hipódromo, Mateo se
vuelve un aficionado al juego hasta llegar a la adicción. Esto le empieza a
traer problemas económicos. Su fortuna comienza a bajar y las deudas se van
acumulando. Primero vende sus 116 hectáreas de campo heredado de sus padres a
la sociedad de sus hermanos por 32.000 pesos nacionales de aquella época. Pero
aun así no le alcanza para pagar toda la deuda contraída.
Tras
no conseguir el dinero suficiente para pagar su deuda, Mateo Banks consigue un
permiso trucho en donde falsifica la firma de su hermano Dionisio para que el
pudiera vender varias cabezas de ganado. Sus hermanos lo descubren y lo
amenazan con denunciarlo. Sabiendo que por este robo iba a terminar en la
cárcel, se las ingenia para deshacerse de sus hermanos.
El inicio del crimen:
envenenamiento fallido
Era
1º de Abril. Ese día, Mateo Banks concurre a la farmacia del pueblo. Pero no
para comprar medicamento para él, ni ponerse vacuna, ni controlarse la presión.
Va para comprar estricnina, un polvo cristalino blanco, inodoro y amargo que
puede ser ingerido, inhalado, bebido tras mezclarlo en una solución o
administrado en forma intravenosa y que se utiliza habitualmente como pesticida para matar pequeños vertebrados, en
particular pájaros y roedores.
Pero espero varios días. Fue recién el 18 de
abril que utiliza este veneno. Eran las 9 AM. El acaudalado hombre llega hasta
la estación Parish en tren. En el transporte se cruza con Maria Josefa, una de las hijas de Gaitán.
Según conto el diario “El Ciudadano” de Azul, hoy medio que ya no existe más,
Maria Ana, una de las víctimas, la solicita para prestar servicios en “El
Trébol” acorde a su edad y sexo.
Alrededor de las 9 de la mañana, Banks y la
menor llegan a dicha estancia. Lo primero que hace es ir al potrero de 116 hectáreas de su
propiedad y allí se encuentra con el alambrador y uno de sus hermanos. Con
ellos estuvo charlando y tomando mates durante un rato.
De allí, se traslada a la casa del campo, donde
se encontraban Dionisio y su sobrina Anita. Con ellos también toma mates y
charla durante un rato. En un descuido de su familia y de quienes estaban
cocinando, Mateo ingresa a la cocina con el frasco de veneno y le vacía parte
de éste en la olla de puchero que se encontraba sobre el fuego calentándose. En
el transcurso de las horas, el homicida va y viene por el campo y su potrero
Pasado el mediodía, decide volver a la casa
para comprobar la efectividad de la estricnina. Para su sorpresa, el veneno no
había hecho tal efecto. Se encontró con su familia “vivita y coleando”. Solo
sus sobrinas se encontraban con fuertes dolores de estómago.
En el libro de Hugo Hohl dice: “Miguel y Julia
han intuido la verdad y le increpan ‘fuiste vos che, que pretendiste
envenenarnos’”.
Cuando Mateo vuelve a “La Buena Suerte ”, se
entera que Dionisio, luego de haberle sentido sabor amargo y que le repugnaba
el paladar, lo tira. Éste hecho lo confirma Santos Blando, el colchonero, en su
posterior declaración del juicio.
Los horrorosos crímenes que lo
volvieron famoso
Eran
las 13:15. Mateo estaba furioso porque el plan de envenenar a la familia no
funciono. Quería liberarse de ellos de forma rápida pero sin que nadie
sospechara de él. Para eso, toma su rifle de doble cañón marca “Winchester”.
Luego de varias horas, cerca de las 20 horas se dirige hacia la estancia “La Buena Suerte ”. Allí,
ingresa a la habitación de Dionisio, quien se encontraba enfermo, y le dispara
una vez. La bala le impacta en la espalda, atravesándole el tórax.
Al
oír los disparos, Sara sale de su habitación y, cuando lo ve a su tío, sale
corriendo. Pero el monstruo corre detrás de ella, alcanzándola. La atrapa y con
la culata de su rifle le pega en la cabeza, dejándola inconsciente. Su cuerpo
es arrastrado hasta un aljibe, donde Mateo lo tira y le perpetúa un tiro.
En
el año 1992, el diario “El Tiempo” de Azul publica un suplemento especial por
el 70 aniversario del hecho, y allí se puede observar un segmento del guion de
la película “Mateocho” de José Martínez Suarez. En la escena de la muerte de
Sara, la niña está consciente y su tío la toma entre sus brazos dirigiéndose
hacia el aljibe. En el trayecto, la niña asustada le dice: “tío tengo miedo,
¿Qué me vas a hacer?”. El homicida arroja a la menor al pozo y allí la niña se
acurruca dándole la espalda al monstruo diciéndole “por favor no me hagas nada.
Vos sos mi padrino y yo te quiero mucho”. A lo que él le responde “yo también
te quiero mucho” y le dispara dos veces. Lo último que se escucha de la pequeña
son los gritos de dolor de los balazos recibidos.
Alrededor
de las 21 horas llega Juan Gaitán, peón de “La Buena Suerte”. Mientras se
dispone a guardar el caballo, su patrón le dispara sin mediar palabras
matándolo instantáneamente.
En
sulki se dirige hacia la estancia “El Trébol”. En el camino, se encuentra con
Claudio Loiza, el peón de dicho campo. Allí
le pide al peón que lo acompañe hacia la estancia, con el pretexto de que
su hermano Miguel se encuentra enfermo y debe atenderlo. A lo que Loiza le
responde que no, que más tarde ira a caballo. Banks le insiste hasta que
Claudio acepta acompañarlo. Kilómetros más adelante, Don Mateo deja caer el
látigo y le pide al peón que lo levante. Cuando Loiza se agacha para levantar
el látigo, Banks toma el arma y le dispara una vez, que lo deja muy malherido.
Por lo que vuelve a dispararle una segunda vez. Toma su cuerpo y lo esconde
dentro del pajonal. Da media vuelta y se dirige a la estancia.
Una
vez allí, ingresa a su antigua habitación, con el pretexto de que se siente
mal. A las 23 horas, cuando todos duermen, sale de la pieza y se dirige a la de
su hermana Maria Ana. A ella le pide que la acompañe a la otra estancia con el
pretexto de que Dionisio se encuentra muy mal y debe atenderlo. La hermana se
viste y se sube al carruaje rápidamente. Luego de recorrer algunos kilómetros,
a mitad de camino, le dispara a quemarropa y tira el cuerpo del transporte,
dejándola tirada a mitad del camino.
Vuelve “El Trébol” y le toca la puerta de la
habitación a su hermano. Lo atiende su cuñada y le pide un té con la excusa de
que se sentía descompuesto. Al cruzar la puerta, Mateo le dispara en la espalda
matándola de inmediato. Al oír los disparos, Miguel se despierta y trata de
incorporarse, pero su hermano le dispara en el cuello dejándolo sin vida en el
momento.
Solo
quedan tres personas con vida en la casa: sus sobrinas Cecilia y Anita de 15 y
5 años respectivamente y Maria Ercilia Gaitán, de 4 años de edad, hija de Juan.
Banks mata a Cecilia y toma a las otras dos niñas y las encierra en un cuarto
pequeño. Aunque algunos cuentan que las encerró en un ropero y les lleva comida
hasta que la policía las encuentra.
Resumiendo
el sangriento delito de Mateo Banks: mata a ocho personas; dos peones y seis
miembros de su familia. Solo sobrevivieron do personas dentro de a casa.
Por
otro lado, hay una tercera persona que sobrevivió y que nadie cuenta. Y es
Maria Josefa, la hija de Juan Gaitán quien se había vuelto a la ciudad ya que
su madre se encuentra enferma y debe cuidarla.
A
todo esto, Mateo se retira de la escena del crimen y, a eso de las 4 de la
madrugada llega a la casa del doctor Marquestan, el médico de la familia.
El
peritaje
Tapa del diario "El Ciudadano" de Azul que data de abril de 1922. |
Allí,
el funcionario educativo le comenta al médico que han matado a toda su familia
y que Loiza y Gaitán fueron los culpables. En su defensa, él cree haber herido
al primero y mato al segundo.
“Ya
no existe ninguno más en mi familia. Han acabado con todos. Han muerto a todos”
es lo que le dice el chacarero a Marquestan, según sus declaraciones en el
juicio.
Marquestan,
por su parte, le consulta porque aparece a esa hora y no fue inmediatamente
después de que ocurrieron los hechos. A lo que Banks le responde que no se
animaba a salir.
Por
otro lado, Banks le pide que lo lleve hasta la casa del Doctor Carus, un
reconocido abogado conocido del victimario. El medico accede y, ya de día,
llegan a la casa del abogado.
Según
el tango “Doctor Carus” del señor Montes de Oca, Carus desconfía del relato de
Mateo y no se compromete a defenderlo hasta no ver las cosas más claras.
Mientras tanto, le aconseja presentarse inmediatamente a la policía.
Mateo
Banks concurre a la policía, y le explica al comisario lo mismo que al médico y
al abogado y entrega su arma, la que queda guardada en un depósito. Por su
parte, el comisario Bidonde pone bajo arresto a Banks por haber confesado el
asesinato de Gainza y por prevención.
Según
el expediente de la comisaria, Mateo se presenta en el lugar el día 19 de Abril
a las 8 de la mañana manifestando que los peones Loiza y Gaitán asaltaron “El
Trébol” y “La Buena Suerte” y que le disparo a ambos, asegurando que cree haber
herido al primero y asesinado al segundo.
Según
se cuenta, Mateo está detenido solo una noche con el argumento de que fue “en
defensa propia”. Otros relatos cuentan que estuvo bajo arresto hasta el momento
de su condena.
Mientras
tanto, la policía se traslada hacia el lugar con perros. En el informe hecho
por quienes hicieron el peritaje decía: “allí, llegados a la estancia ‘La Buena
Suerte’, con un tiempo nublado y a ratos lluvioso, observamos el paraje en
completo silencio y sin que nadie viniera a nuestro encuentro para recibirnos”.
Y finaliza “ello nos dio la impresión, por tal soledad, que algo grave había
ocurrido”
Por
otro lado, Héctor Hourcade, quien es testigo del peritaje en ambos campos, en
una entrevista para el suplemento del Diario “El Tiempo” antes mencionado,
afirma que, cuando la policía suelta al perro, este se va “derecho hacia el
Jagüel, ladrando desesperado”. En ese lugar es donde se encuentra el cuerpo de
Sarita Banks.
Por
otro lado, al acusado se le hace un peritaje, ya que éste manifiesta que uno de
los peones lo hiere en el pie. A principio, el victimario no quiere que le
hicieran el peritaje, ya que no quiere sacarse el botín porque aseguraba que
sus pies se encuentran sucios. Pero cuando logran quitarle el calzado, notan
que el zapato tiene una marca y el pie no tiene ninguna herida. Resulta que esa
marca en el zapato lo hizo con un punzón.
Durante
horas, el comisario investiga a fondo las pruebas e interroga a Mateo Banks,
teniéndolo como principal sospechoso del caso.
Por
otro lado, al principio solo encuentran 7 de los 8 cuerpos. El octavo es
Claudio Loiza, al que Banks acusa de asaltar las chacras. Banks relata que el
peón estaba mal herido y prófugo. Por ese motivo, la gente cierra sus puertas y
ventanas para prevenir que un asesino ingrese a sus viviendas, sin saber que su
cuerpo se encontraba sin vida entre los pastizales. No fue hasta varios días
después que el cadáver fue hallado.
El
equipo médico que realiza la autopsia de las ocho víctimas es dirigida por el
doctor Ángel Pintos. En su homenaje, el hospital municipal de Azul lleva su
nombre, y una estatua de su persona se encuentra frente a la loma del parque
municipal. Las pericias dieron como resultado que el arma utilizada era del
mismo calibre que el arma que le entrego Mateo, siendo de su propiedad, al
comisario.
Eduardo Agüero Mielhuerry, un vecino que el pasado año 2016
escribió un artículo denominado “Recuerdos del ‘Camino Viejo a Tandil’”. En él,
cuenta que a fines del siglo XIX y principios del XX, había una cochería en ese
camino, cuyo dueño era el señor Francisco Lionetto, a tan solo 1 kilómetro de
la ruta nacional número 3.
En uno de
los párrafos afirma: “Tras haber concretado los homicidios, Mateo Banks se comunicó con Lionetto a quien, en
concordancia con la historia que había inventado, le solicitó el envío de siete
féretros -dos blancos, para niños-, dado que había ocurrido una tremenda
desgracia en sus campos”.
Según la
creencia popular, el asesino llamo desde el teléfono del doctor Carus a
Lionetto para encargar los ataúdes. Pero en realidad se presentó él mismo en la
cochería para pedirlos.
Durante el
juicio, Lionetto atestigua haber notado extremadamente calmado o frío a Mateo
Banks a pesar de lo sucedido cuando hablaron para pactar los funerales.
El
día de los funerales y el entierro llega. La ciudad entera se encuentra allí
para despedir a las víctimas. Mateo, quien hasta el momento nadie sospecha que
era el asesino, encabeza el cortejo.
Siete
de las ocho víctimas son enterradas en lo que hoy es el cementerio municipal,
ese del imponente ángel de Salomone. Seis de ellas se encuentran juntas una al
lado de la otra con cruces de hierro, y solo una tiene una placa que identifica
quien es. Estos seis cruces pertenecen a los seis familiares asesinados. Otro
de los que están sepultados allí es Juan Gaitán. En los archivos del cementerio
aparece el lugar donde aparece, pero encontrar su lugar de descanso eterno es
difícil de encontrarlo. En cuanto a Claudio Loiza, su cuerpo fue enterrado en
el cementerio del oeste, conocido como el “cementerio de los pobres”. En el año
1951, el camposanto cesa sus actividades dando al cierre del mismo. Mientras
que las familias trasladan los restos de sus difuntos al cementerio central,
muchos otros incluyendo el de Loiza no son reclamados y sus tumbas desaparecen.
Juicio y castigo
El
juicio se lleva a cabo en el Sport Club Azul. El tribunal está a cargo del
Doctor G.M. Illescas como juez, siendo el Doctor S.V. Blake, los Doctores
Armando Pessagno y Abdón Bravo Almonacid como vocales y el Doctor Horacio
Segovia como fiscal.
Cabe
destacar que ningún abogado quiere defender al acusado. Hasta que llega un
joven e inteligente abogado de apellido Larraín, quien lo acompaña durante todo
el juicio en Azul.
Suplemento especial del Diario "El Tiempo" de Azul en conmemoración de un nuevo aniversario del hecho |
El día 24 de Abril se lleva a cabo la tercera declaración. Allí, Mateo Banks confiesa ser el único autor de todos los hechos. Más adelante, el sospechoso afirma que hizo esa confesión “por haber sido sometido a torturas”.
El Fiscal Segovia encuentra las siguientes pruebas que indicarían que Banks es el culpable:
El Fiscal Segovia encuentra las siguientes pruebas que indicarían que Banks es el culpable:
·
Las dos armas homicidas son de su
propiedad.
·
No recibe herida alguna y perfora su
botín izquierdo para simular haber recibido un disparo.
·
De los posibles ejecutores de los
crímenes, es el único sobreviviente.
·
Incurre en contradicciones en sus
declaraciones hasta declarar el 24/4/1922 ser el autor de los hechos
·
Es acusado por las niñas Maria Ercilia
Gaitán y Anita Banks de andar a los tiros en “El Trébol”
Es
juzgado oralmente en un juicio normal en donde se lo encontró culpable. Mateo
Banks es condenado a Cadena Perpetua y cumplió su castigo en la cárcel de
Sierra Chica.
Luego de la
sentencia, el Doctor Larraín interpone recursos de interconstitucionalidad
e inaplicabilidad de la ley ante la Suprema Corte de Justicia, que es concedida
por el tribunal el 3 de Abril de 1923. La Suprema Corte rechaza el recurso de
inconstitucionalidad, haciendo lugar al de inaplicabilidad de la ley y
declarando nulo el juicio.
Posteriormente,
se trasladan las actuaciones a la Cámara 3º de apelaciones en lo criminal de La
Plata. En un nuevo juicio se confirma la sentencia primitiva.
Mateo Banks
se encuentra detenido desde el 20 de Abril de 1922. Sustanciado el proceso y
condenado a reclusión perpetua, es trasladado en 1924 a la Unidad Penal de
Ushuaia.
Allí adentro
es apodado “El Místico”. Éste sobrenombre se lo gana debido a que, como
mencione en el inicio, él es un militante del catolicismo y creyente ferviente.
Durante su estancia en “la cárcel del fin del mundo”, reza todo el tiempo.
Durante muchos
años, su comportamiento es excelente. Por este motivo, su sentencia se acorta.
Vida y muerte
fuera de la cárcel
Al
salir del penal de Ushuaia, Mateo viene a Azul. Según se comenta, hay gente que
llego a verlo en la entonces Plaza Colón, hoy Plaza San Martín, sentado en un
banco.
Sus
crímenes lo convirtieron en una persona detestable. La gente ya no lo quería en
la ciudad.
Banks
deja Azul y se traslada hasta Olavarria a buscar a su esposa e hijos, pero
éstos desaparecieron. Su esposa, al enterarse de los asesinatos, pide la
anulación del matrimonio. Sus hijos se cambian de apellido a Gainza, que es el
apellido de su madre.
De
allí, se va a vivir a Buenos Aires. Para poder mantener su identidad en
secreto, se cambia el nombre a Eduardo Morgan.
Según cuenta Hohl en su libro, el ex convicto convive con su hijo Mateo
Franklin durante siete años.
En
Agosto 1949, Banks se va a vivir a una pensión ubicada en Falcón 2178. Al
llegar, entra al baño y cierra la puerta con llave. Al ingresar a la bañera, se
resbala, se golpea la cabeza contra el borde de la misma y se desnuca.
El
escritor Jorge Laprida en sus manuscritos menciona que sus restos descansan en
el cementerio de la Chacarita.
Mateo Banks en
la cultura popular
Libro de Hugo Hohl que relata los hechos |
En
la década de 1980, José Antonio Martínez Suarez le pide a Hugo Hohl y a Ruben
Boggi reunir información sobre el personaje y el caso para la realización de un
filme. Para esto, se conforma un grupo de trabajo en el que se encuentran
Héctor Ferrarelo (conocido como Cacho Nebia y fallecido a comienzo de éste año)
y Oscar Toscano. En un suplemento especial por los 70 años del caso publicado
por el diario “El Tiempo” de Azul se publica un fragmento de su guion. Aunque
la película filmada es difícil de conseguir. No se sabe si se filmó o no.
La
información recabada para ésta película, Hugo Hohl escribe un libro denominado
“Crimen y status social”, que es la principal fuente para éste trabajo.
Por
otro lado, una compañía de teatro azuleña estrenó a principio de éste año una
obra sobre la vida y la obra de éste personaje.
También
hay escritos dos tangos. El primero es “Doctor Carus” del señor Montes de Oca y
que perteneció al selecto grupo del Teatro Español y el más orillero. El
segundo es “Mateocho”, del que no se conoce su autor y es propio de los bares y
boliches de las afueras. En internet se puede encontrar la letra y las
partituras de ambos tangos, pero ninguna de las dos canciones fue grabada.
En
Azul, se ofrece un tour que dura dos días y una noche donde se recrea la
historia de éste famoso asesino.
Por
último, una cita del cineasta José Martínez Suarez. En el prólogo del libro de
Hohl, él escribe: “el crimen múltiple espanto al país. No solo por su magnitud.
También porque el asesino pertenecía a esa franja social míticamente
inobjetable que se conoce como ‘la gente de bien’” y en el imaginario hay una
historia que cuentan que dice que noche de abril, un hombre misterioso llega a
una chacra en el paraje de Parish y toca la puerta del rancho. Era un hombre al
que no se le puede distinguir el rostro ya que en todo momento lo trae medio
tapado. El dueño del lugar lo atiende y le pide que le dé permiso para dormir
en el granero, a lo que el ocupante de la vivienda le responde que sí. A la
siguiente mañana, van al granero para despertar al misterioso hombre e
invitarlo a tomar mates. Vaya sorpresa que al llegar al lugar se encuentran con
que esta persona ya no se encontraba en el lugar. Había desaparecido. Pasó el
tiempo, y los dueños de la chacra van al pueblo a visitar a unos primos.
Charlando entre ellos, uno de los primos les cuenta que Mateo Bank ha matado a
ocho personas, y lo describen físicamente. Según la descripción dada por éste
primo, pudieron constatar que aquel hombre misterioso que había visitado su
vivienda se trata de Mateo Banks.
Me encantó la entrada. Se me hacen muy interesantes los programas que pasan por ID, de este estilo, y de las novelas policiales. Me da curiosidad la vida de los asesinos, el por qué. La verdad, no conocía la historia, pero me pareció interesante leer algo de acá.
ResponderEliminarHola, me ha parecido súper interesante, más aún porque no somos del mismo país, comencé a leer y no entendía nada, continué con la lectura y me fuí empapando de información del personaje, me parece que lo documentaste perfecto, muy ilustrativo y completo para quienes somos de otros países (México).
ResponderEliminarhola Marah, me acabo de dar cuanta de algo que dijiste. que al comienzo uno aveces no entiende nada. quizas me falto decir de que pais estoy hablando. porque cuando uno comienza a leer y no es de Argentina, aveces uno menciona a ciudades como Azul que no muchos conocen y que para extranjeros son desconocidas. esta entrada en realidad es un trabajo final que hice para la universidad, y como estudio a 50 kilómetros de donde vivo y como la ciudad es muy conocida en casi todo el país, di por hecho que no era necesario aclarar de donde se encuentra ubicada sin pensar que publicaría la nota en el blog y que podría leerla alguien de otro país. me alegra de que te haya gustado.
ResponderEliminarRealmente se nota tu trabajo aquí, sectorizando la información y relatando en detalle todo. Algo que te recomiendo como bloggera y lectora es que cambies la fuente de tus entradas por algo menos brusco como lo hace parecer la negrita.
ResponderEliminarTe paso un link donde te explican bien todo: http://bit.ly/2EwEv64
¡Saludos!
Wow, y más wow.
ResponderEliminarEs interesantísimo, y se nota todo el trabajo que la investigación tiene detrás! Te recontra felicito, me encantó. Y me despertó muchísima curiosidad, porque con lo que me gusta leer sobre asesinos, nunca había escuchado nombrar a Mateo Banks. Tremendo monstruo.
En fin. Me encantó leerte!
Saludos!!
Hola! De todas las entradas que tuve el gusto de leer en tu blog, sin duda esta es la preferida. Supongo que no será ninguna sorpresa que te diga que como buena argentina siento esa curiosidad y cuasi morbo por todas las historias de asesinatos del país, en especial de asesinos seriales. Son poco frecuentes, comparados con otros sitios como EEUU, donde básicamente hay una matanza del estilo cada pocos meses, inspirando así muchas historias al respecto.
ResponderEliminarMe acuerdo que hace unos años habían salido unos artículos en la revista de La Nación sobre asesinos seriales nacionales. No me acuerdo quien los escribía, pero te los recomiendo por si los encontras en internet.
Besos!
Wow, que entrada más interesante, y que espeluznante.
ResponderEliminarNo sabía de esto, pero parece la historia perfecta para un libro. Tengo familiares que vivieron en esa zona hace muchos años, y ni bien nombraste los lugares, sentí repentina curiosidad, ya que además de informativa, la entrada resulta muy interesante.
Besos!