Hola
gente ¿Cómo están? Hace un tiempo les hable de un pequeño accidente que tuve
hace dos años. Para entender de donde viene esta historia, vayan a leer la
primera parte, si es que no la leyeron. Aqui les dejo el link. En esa entrada
hubo varios comentarios, incluyendo uno que quiero resaltar en el que quien lo
escribe menciona una historia de una familiar de ella que tuvo como
consecuencia el cáncer y de ahí se armó cierta discusión alrededor de eso. Les
pido que con todo respeto lean hasta el final. Si bien no termino como lo dijo
esta chica, el resultado no fue muy distinto.
Hace
un mes aproximadamente fui a la ginecóloga, ya que el dolor en el pecho se
volvía cada vez más insoportable. La medica me receto hacerme una mamografía y
una ecografía mamaria. Al otro día fui a sacar turno para realizarme los
estudios y me dieron recién para los primeros días de abril.
Pasaron
los días, fui, me hice los estudios. Pero fui con un poco de miedo a que no me
pudieran sacar la mamografía porque aquí en Argentina tengo entendido que está
prohibido que le practiquen este estudio a menores de 35 años, lo que me parece
muy injusto porque el mismo detecta problemas de salud en esta zona del cuerpo
que ningún otro estudio lo hace en mujeres menores a esa edad. Pero por suerte
me la pudieron hacer.
Como
lo dije más arriba, eran dos estudios: primero ingrese a hacerme la mamografía
y después la ecografía mamaria. Mientras me hacían la ecografía, la chica que
me la hizo, me pregunto varias cosas, entre ellas cuantos hijos tenia (sin
preguntarme antes si los tenia, a lo que le respondí que no tenía hijos), si tenía
pensado tenerlos y si me había hecho anteriormente algún otro estudio mamario
previamente, a lo que le mencione que recién salía de hacerme la mamo. La técnica
se sorprendió muchísimo, obviamente, porque a mi edad una médica me haya pedido
un estudio como ese ya que, como lo dije antes, si sos menor de 35 años no
podes hacértelo. Aunque creo que hay ciertos casos en los que se permite. Cuando
estaba terminándome de revisar me dijo “aca no veo que tengas algo. Aca no sale
nada”. Fue tranquilizante por un momento, pero tenía que ver qué resultados arrojaba
el otro estudio, porque si bien en la ecografía no saltaba nada, en la mamografía
podía salir algo.
Los
resultados tardaron una semana. Los retire un día jueves y mi ginecóloga atiende
solo lunes, miércoles y viernes, así que decidí que iba al día siguiente para
que ella vea los resultados. Pero quería verlos antes yo en mi casa para saber
los resultados. En la ecografía, como me dijo la técnica, no arrojo ningún
resultado, todo estaba bien. Sin embargo la mamografía decía todo lo contrario.
Como todos los estudios de este estilo, viene adjunto una hoja con un informe
realizado por un médico especialista. En ese informe debajo de todo mencionaba
un problema venéreo general y al lado un código. Busque ese código en internet
para saber que era y me aparecieron varios artículos relacionados al cáncer de
mama. Yo no puedo decirles como estaba mi cara, no sabría explicárselas. Hasta el
otro día, por mi cabeza me pasaron un montón de cosas. Llego el viernes y fui a
consulta con la doctora. Ni bien entre, me pregunto que me andaba pasando. No le
dije nada y le entregue el sobre con los análisis. Leyó el informe de la mamografía
y me dijo “aahh quédate tranquila, no te preocupes que no es nada malo. Es una
displasia mamaria”. No me explico que era eso. Me fui sin saber que era una
displasia mamaria. Me dio para tomar vitaminas. Así que llegue a mi casa y
busque en internet que era eso y como definición salto: “es un trastorno (…) caracterizada
por la aparición de tumoraciones fibrosas no cancerosas en la mama”. Este trastorno no es alarmante como lo es el cáncer. También
se menciona que es crónico, se estima que del 30 al 60 por ciento de las
mujeres de entre 35 y 50 años padece este trastorno y que aún no se ha demostrado
si puede o no ser un factor de riesgo para la aparición del cáncer de mama.
En cuanto al diagnóstico: “No se
conoce una cura para esta enfermedad, pero los síntomas pueden reducirse al
controlar la ingesta de cafeína y grasas, así como el uso de sujetadores de talla adecuada. En los casos más severos se suele
indicar el uso de andrógenos sintéticos”.
De
ahora en más, tendré que aprender a vivir con este trastorno como lo hice con
la diabetes. Solo será cuestión de tomar la medicación correcta y cuidarse. De ahora
en más, veremos cómo sigue la situación. Yo me despido y nos leemos en la
siguiente entrada.
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