Cuando las grandes marcas discriminan

Desde hace más de diez años que rige en la provincia de Buenos Aires. Una problemática que lleva a jóvenes “plus size” a fabricarse su propia ropa.

Desde tiempos remotos, la mujer se ha obsesionado por su aspecto físico, más que nada por su forma de vestir. Lo que buscan en muchas ocasiones es parecerse a figuras reconocidas, como por ejemplo la famosa muñeca Barbie. Por otro lado, en las revistas de moda como la “Vogue” o en los desfiles podemos observar que las chicas que modelan las prendas de los grandes diseñadores son personas pertenecientes a ciertos cánones de belleza, principalmente delgadas.

En el año 2005, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se creó la Ley 12665, también conocida como “Ley de Talles”. Poco tiempo después, la provincia de Buenos Aires adoptaría esta ley. Más tarde, otras provincias como Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Mendoza, Santa Cruz y Córdoba aprobarían su propia Ley de Talles.

Primero en principal, debemos saber qué es lo que dice la Ley 12665 en nuestra provincia. En su artículo primero, afirma: “[…] Los comercios que vendan ropa de mujer, deberán tener en existencia todos los talles correspondientes a las medidas antropométricas de la mujer adolescente, de las prendas y modelos que comercialicen y ofrezcan al público”.

Esta ley fue creada con el propósito de combatir la Bulimia y la Anorexia y de proteger la salud e integridad de las personas como así también la libertad de elección “en condiciones de trato digno, equitativo e información adecuada y veraz”. 

Sin embargo, cuando una persona de talla grande sale a recorrer los locales de venta de ropa, todas las prendas que venden son de talla chica y no son reales. Estas prendas, sobre todo los jeans y las calzas, son fabricados con las medidas de un talle y se les coloca una etiqueta con un talle que no le corresponde, generalmente más grande del que corresponde.

Pero, ¿Qué castigo le da la ley en estos casos? Para aquellos locales que no cumplen con esta reglamentación, la misma en su segundo artículo dice: “aquellos comerciantes que no den cumplimiento a lo dispuesto, en los artículos anteriores se les impondrá una multa y en caso de incumplimientos reiterados, se les impondrá la clausura de hasta 5 (cinco) días del establecimiento o local comercial”.

A su vez, Laura, bibliotecaria del Colegio de Abogados de Azul afirmo que la ley exige que en cada prenda se coloque una etiqueta con la tabla de medidas de los talles. Sin embargo, tampoco se cumple esta regla.

En el año 2003, se crea la ley 13133, código provincial de implementación de los derechos del consumidor. En su artículo 45, esta ley establece: “la iniciación del sumario por denuncia podrá formalizarse por escrito o verbalmente. En ambos casos se acompañaran las pruebas y se dejara constancia de los datos de identidad y el domicilio real […]”

Al momento de consultar con la defensoría del consumidor sobre lo que se está haciendo en casos como este, en ella afirmaron que nunca nadie hizo reclamo acerca de que las tiendas incumplan con esta ley. Por otro lado, también aseguraron que no hay inspectores que cumplan la función de salir a la calle y controlar quienes cumplen y quiénes no.

A su vez, el gobernador de ese entonces Felipe Sola a través de la ley de talles crea una autoridad que la controle. Esta autoridad depende de la subsecretaria de industria, comercio, minería y actividades portuarias. Este organismo “tendrá las facultades para la elaboración de las normativas necesaria tendiente a la regularización de los parámetros de aplicación […]”.

En el artículo 4 del decreto del gobernador refiere al control de que todos los locales de venta de ropa deberán tener stock de todos los talles como así también deberán estar correctamente marcados mediante las normas IRAM (Instituto de Racionalización Argentino de Materiales).

En una charla con los dueños de distintas tiendas de ropa, muchos de ellos coincidieron en que el problema no está en que ellos no quieran vender, sino en que las fábricas no se consiguen talles reales, y mucho menos grandes.

A causa de esto, varios comerciantes recurren a viajar a otros países como Estados Unidos ya que allí es más fácil conseguir ropa grande.

En Azul, existe una tienda que se dedica específicamente a vender ropa de talle grande y real. Su dueña, quien prefirió no dar su nombre, explico que en nuestro país, al no haber marcas reconocidas o diseñadores que se dediquen a fabricar prendas de todas las medidas, hay talleres que se dedican específicamente a elaborar indumentaria para chicas con sobrepeso. Ella también aseguró que algunas de las marcas que en su local vende, se dedican específicamente a fabricar ropa talla grande y real, afirmando que “ninguna mujer tiene el cuerpo perfecto y que muchas mujeres no aceptan su cuerpo tal cual es”.

Por otro lado, una joven la hija de una comerciante, quien tampoco dio a conocer su nombre, menciono que ella trata de vestirse lo más que puede a la moda, pero al no poder encontrar ropa acorde a su talle y edad, no le queda más remedio que tener que fabricarse su propia indumentaria.

Joaquín Di Filippo, en su columna de opinión “Incumplimiento de la ley de talles, una deuda a medida del gobierno”  para el portal digital “Avispados”, él afirma: “El Gobierno nunca quiso hacer cumplir la ley. De hecho, no fue reglamentada durante casi 2 años y cuando lo hicieron, modificaron algunos artículos violando el espíritu de la normativa”.

Por otro lado, el portal “Infobae” en su nota “Talles para pocos […]”, afirma que hay un 40% de personas que tiene problemas para comprar ropa adecuada a su cuerpo.

Según un estudio de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), la oferta de talles variaría según el perfil de las marcas. Según una encuesta realizada, las marcas más caras fueron señaladas como aquellas que ofrecen un menor abanico de talles, mientras que las de menor precio obtuvieron un mejor posicionamiento en esta categoría.

Desde hace algunos años, la organización Fundación Mujeres en Igualdad (MEI) viene planteando la necesidad de una Ley nacional efectiva y sensible al derecho a la salud y la no discriminación. Ésta organización  recomienda que cada una de las personas que no consigue su talle realice una denuncia a Defensa del Consumidor, ya que de esa forma se concretaría una mayor cantidad de inspecciones para efectivizar el cumplimiento de la Ley de Talles actualmente vigente.

Mariana Petracca, ex participante de Cuestión de Peso, y dueña de la marca de ropa y lencería "inclusiva" Cuerpo de Mujer, en diálogo con Infobae, afirmo: “Esta Ley no se cumple por una cuestión de discriminación. Los fabricantes no quieren que determinadas mujeres se vistan con su ropa. Por eso, veo muy difícil que se llegue a una Ley de alcance nacional”.

Por último, debemos remarcar que desde hace un tiempo atrás, hay modelos que están rompiendo con los cánones de belleza impuestos por las grandes corporaciones. Si hablamos de las modelos “Plus Size”, solo existen 6 en todo el mundo. No es mucho, pero es un progreso. Si seguimos así, cada vez más chicas de talla grande se convertirán en imágenes de campañas de diseñadores y grandes casas de modas reconocidas a nivel mundial.

Un caso que dio la vuelta A principio de este año, una joven modelo “Plus Size” llamada Brenda Mato subió a su cuenta de Facebook una foto de ella con un cartel que decía “no tengo que ponerme” y, junto a ella, una historia que le había sucedido esa misma tarde. Ella contó que esa misma tarde había concurrido al centro comercial “Alto Avellaneda” a comprarse ropa. Entro a cada uno de los locales y no pudo encontrar prendas de su talle. En su testimonio afirmó: “Visité casi todos los locales del shopping. Complot, Ver, Yagmour, Portsaid, Muaa, 47 Street, Falabella y seguro alguno más pero no recuerdo”. Brenda continúo diciendo que en uno de esos locales, más específicamente el de la marca “Ver” donde usualmente compra ropa acorde a su talle y sus gustos, solo encontró prendas S y XS. La modelo continuó diciendo: “Estoy HARTA de no poder elegir que ponerme […].Con 26 años me niego rotundamente a vestirme con una túnica floreada de seda fría. No soy una señora”. La joven argentina finalizó diciendo “Hoy no tengo nada que ponerme porque la gran mayoría de diseñadores y empresarios no piensan en cuerpos fuera del estándar”. Como respuesta a este comentario, Anna Nóvikov, diseñadora de la reconocida marca KOXIS, le respondió: “"No creo que sea muy difícil de entender lo que digo [...] debo decirte que NO, no vas a encontrar NUNCA un XXL". La diseñadora continuo diciendo: “La moda en indumentaria es estética y es muy difícil tener como estética personas que se descuidan constantemente. Nosotras dentro de la oficina siempre planteamos los talles desde 24 hasta 30, si no entras en el común de la gente tenes un problema o sos muy flaca o sos gorda. Pero todas las marcas piensan en el común de la gente". Desde la empresa KOXIS, tuvieron que salir a poner paños fríos por los aberrantes dichos de esta mujer y lo hicieron a través de un breve comunicado.